Por: Rusousky.com
A lo largo de los años como vendedor de mis propios productos he identificado a ciertos tipos de clientes. Lo gracioso de todo es que uno mismo, de acuerdo a ciertas circunstancias, podría ser el reflejo de uno de ellos.
1.-El cliente Resbaladizo.
Este tipo de clientes no busca comprar, quiere webear un poco; quiere hacerte perder el tiempo. Te pregunta si tienes algo a lo que supuestamente busca, y le respondes que lo puedes hacer en un par de minutos. Después te pregunta si lo puedes hacer “de esta otra forma”, y que también lo puedes hacer. Para agilizar el asunto le sacamos la materia prima para que el cliente pueda elegir el color, pero después te contesta con un “lo pensaré” y se retira. ¿Cuál habrá sido la idea de preguntar por lo que quería si no lo quería? ¿Quería probar si lo podemos hacer? ¿Por qué chucha nos hace perder el tiempo el csm?
2.-El cliente Cacho
Este tipo de clientes llega a donde uno para que le resuelvas su problema. Generalmente llega a donde uno para que le arregle un artículo o para que haga algo igual a lo que lleva. No sabe que a veces uno no anda con máquinas de coser al hombro (como llevar libros), o que somos de muy lejos, o que tenemos muchas cosas por hacer… a lo que simplemente le decimos que “no hacemos ese tipo de trabajo”. Una forma sutil para decirle que no queremos gastar nuestros sesos cuando hay mucho por hacer y despacharlo pronto. Pero a veces necesitas el dinero, y si es algo fácil, lo hacemos al instante.
3.-El cliente Solidario
Este tipo de clientes cree que al comprar uno de tus productos te está haciendo un gran favor. Por lo habitual te dice: “quiero colaborar contigo” o “no me gusta, pero te quiero colaborar”. Obviamente no le decimos: “–¡¡¡A quién vienes tú a colaborar, qlo de mierrrd!!!”. “–Pago una casa de 300 lukas todos los meses, dos locales que suman 470 lukas, hago inversiones en materia prima de más de dos millones cada dos o tres meses….” Pero le decimos: “–Gracias por su compra, gracias por colaborar”. Y le ponemos cara de pena.
4.-Cliente Nostálgico
El cliente Nostálgico suele hablar de su época punk, rockera o de juventud, cuando usaba el tipo de muñequeras que vendo. Y sentencia, aunque fuera todavía joven, con un: “ahora trabajo, tengo familia, ya no uso estas cosas. Pero muy lindo todo”.
5.-El Cliente Indeciso
Este cliente suele probarse uno o más productos muchas veces. El color, el tamaño, la combinación, la sensación en la piel, etc., pueden influir en la futura compra. A estos tipos de clientes hay que dejarlos tranquilos y que se tomen todo su tiempo. Pero siempre acompañarlos en su decisión. La clave acá es ser muy pacientes con ellos. Al final, suelen comprar.
6.-El cliente Generoso
¿Cuántas veces les ha sucedido que llega un cliente al puesto y quiere comprarle a todos con los que anda? “–Ya, elijan. ¿Cuál les gusta? Elijan. Yo pago”. O quiere llevarle un regalo a fulano, mengano, zutano… O llega ese cliente que quiere que le haga perforaciones a su cinturón chino o de cuero, y te quiere dar 5 lukas por un par de perforaciones. Bueno, ese es el cliente generoso. Obviamente no le aceptamos las 5 lukas, le aceptamos 1 luka, porque es muy vergonzoso que te den tanto por un trabajo que no requiere tanto esfuerzo.
7.-El cliente Mamón
Este tipo de cliente acostumbra primero a preguntar si a su pareja le gusta lo que se ha probado. Le puede gustar y todo un determinado producto, pero si no tiene la aprobación de la pareja, entonces no lo compra.
–Amor, ¿cómo se me ve? ¿Te gusta?
–A mí, en lo personal, no me gusta. Pero si a ti te gusta, allá tú. Se te ve muy mal…
–Ya habló la patrona.
….Y así es como se caga una venta.
8.-El cliente Mudo
Al cliente mudo tú le puedes saludar de muchas maneras, pero para él uno pareciera no existir. Observa los productos de manera fugaz. No te contesta de ninguna manera. Los años me enseñaron a que estos personajes no hay que pescarlos ni sentirse ofendido por su falta de educación. Al principio puede dar un poco de rabia, pero después pasa y ya da lo mismo.
9.-El cliente Empático
Es ese tipo de cliente que conoce el rubro en el que trabajas y sabe el trabajo que hay detrás de cada producto. Quizá él mismo habría trabajado en el rubro o algún familiar cercano. Por lo general, este cliente no compra, más se limita a conversar sobre el rubro en el que trabajas, y de lo valioso que es que existan personas como uno que trabajen el rubro.
10.-El cliente Incógnito
Es aquel cliente que te pregunta por el precio de un determinado producto, ignorando uno que es un cliente que en otra oportunidad te había comprado. Entonces uno comienza a expresar todo el discurso de venta que tenemos para ese producto y dicho cliente te frena con un: “–Sí, ya le he comprado, no se preocupe”. Y te muestra el mismo producto que había comprado tiempo atrás, ya sea un cinturón o una muñequera.
11.- El cliente Impulsivo
Por lo habitual, los encontramos días antes de la navidad. Suelen comprar sin pensar. Para ellos lo único que les interesa es cumplir con el regalo navideño. Una billetera o un banano suelen ser los productos preferidos. Pero cuando se trata de una muñequera o pulsera (que hay que buscar tamaños), hay que hacerse el weón y dejar que el cliente compre. Total, están todos como poseídos por el “espíritu navideño”. Después, si quiere, puede venir a cambiarlo.
12.-El cliente Decidido
Quizá uno de nuestros mejores clientes. Ellos se acercan decididos a comprar tu producto. A ellos no hay que hacerles la presentación del producto, ni tratar de convencerlos. Están decididos a comprar. Conocen el producto o ya vienen convencidos (gracias obviamente a la presentación). Esos clientes suelen ser clientes que anteriormente han comprado o que han pasado antes, pero sin llevar el producto. O suelen ser esos clientes que quedan convencidos al instante por la presentación o porque simplemente les gusta mucho el producto.
13.-El cliente Observador
Este cliente pareciera haber por montones. Es el típico al cual saludas y quieres de buena gana atenderlo de la mejor manera e inmediatamente te contesta sin mirarte a los ojos con un: “–Estoy mirando”. Este personaje por lo general no compra nada. Incluso no dan ganas ni de atenderlo. Pero me da gusto decirles: “–Bien. Me avisa cuando me necesite”. Y me pongo a hacer cualquier cosa o me pongo a conversar con algún vecino, para que sienta desde ya mi desdén.
14.–El cliente Sabelotodo
Este cliente como que buscara pelear desde el principio. Te pregunta si tal producto es de cuero, y le contestas que todos los productos lo son. Pero para el cliente Sabelotodo, muy convencido de lo que habla, el producto no es de cuero: “–Señor, esto no es cuero. Yo sé lo que es el cuero”. A estos clientes hay que seguirles la corriente. No hay que discutir con ellos, ni calentarse la cabeza. Antes me llegaba a enojar esa escena y me dedicaba a humillarlos con lo que no es cuero y lo que es cuero, pero aprendí que hay que seguirles su carril y contestarles: “–Sí, señor. No es cuero. Nada de lo que vendo es cuero”. ¿Para qué desgastarse con ese tipo de personas?
15.-El cliente Entusiasta
Este es nuestro mejor cliente. Es aquel cliente que queda maravillado con un determinado producto o con varios productos a la vez; o bien se ha vuelto a reencontrar con tus productos después de mucho tiempo. Y cuando sucede esto, es porque habrá de comprar sí o sí. Por tanto, hay que tratarlos de la mejor forma posible, porque estos clientes son tus mejores fans, y a los fans hay tratarlos excelentemente. Incluso hay que hacerles una buena rebaja de precio o incluso regalarles algo poco por su compra.
16.-El cliente Cagado
¿Quién no ha tenido un cliente que encuentra todo caro? Los adultos mayores son por lo general los más amarretes. Se caen de poto cuando le decimos el precio de un producto por el cual preguntan. Este tipo de cliente por lo general anda paseando. Y si compran, será una cagada para el recuerdo o algo de luka.
17.-El cliente Buena Vibra
Es ese cliente que todo lo encuentra bonito, pero nunca compra. “–Muy bonito su trabajo, lo felicito”. “–Pero que cosas tan hermosas tiene…” Generalmente suelen ser adultos mayores que andan paseando o aburridos.
18.-El cliente Detallista
Es ese cliente que está decidido a comprar, pero necesita convencerse que el producto es tal como lo quiere. A veces puede ser una perforación fuera de línea, una pequeña mancha, una raya o arañazo, el color, el tamaño o grosor que no le convence. Obviamente hay que complacer a este cliente y cambiarle el producto. Pero por lo general son detalles que la mayoría no suele fijarse. Nosotros sí podemos darnos cuenta de ciertos detalles, pero son cosas tan nimias e imperceptibles que no le damos mucha importancia.
19.-El cliente Buena Onda
Es ese cliente con el cual pasas un buen momento. Son agradables; receptivos; muy buenos para reír con uno. Acá lo importante no es vender, sino pasar un momento agradable. Lo que no quiere decir que no puedan estar dispuestos a comprar. Suelen muchas veces comprar. Pero a veces los productos eróticos estimulan mucho su imaginación, al no estar tan acostumbrados, y hacen que salgan buenas ocurrencias.
20.-El cliente Insatisfecho
Este tipo de clientes suele buscar o encontrar algo que al final no le termina por convencer. Puede encontrar el producto de uno muy original, de buena calidad y todo, pero nunca lo termina por convencer. Así que se lo prueba una y otra vez… —El tamaño, el color, el ancho…—. Puede sinceramente gustarle el producto, pero no lo logra satisfacer por más que intente auto-convencerse.
21.-El cliente Conversador
¿Nunca les ha pasado que un cliente amable les ha comprado y más encima se queda conversando más de una hora si parar? Obviamente no puedes ser mal educado o desagradable con ese tipo de cliente después de que te ha comprado. Muchas veces los suelo escuchar, porque suelen ser personas muy solas con ganas de conversar con alguien. Pero a veces puede ser tanto, que debes hacer algo para deshacerte de esa persona. Así que, wasapeas o le das una señal a un colega que tengas cerca para que te llame al celu y así te lo puedas sacar de encima.